Los fabricantes de maquinaria y las empresas productoras tienen cada vez más sedes en distintos países. Sin embargo, el coste de la puesta en marcha y el mantenimiento de las máquinas aumenta considerablemente si los expertos del fabricante en Europa tienen que desplazarse a las plantas de Asia o Estados Unidos, por ejemplo. Gracias a la realidad aumentada, los fabricantes pueden ofrecer a sus clientes de todo el mundo una estructura de costes atractiva, y diferenciarse de sus caros competidores.
Para la puesta en marcha de las máquinas, los usuarios de la planta de fabricación simplemente se ponen las gafas de RA. A través de una app de asistencia remota, un técnico de la sede del fabricante se conecta al dispositivo y ve el campo de visión del usuario en su monitor. Ahora le guía paso a paso por el proceso de puesta en marcha y puede enviar más información y material de formación al usuario de las gafas de realidad aumentada con sólo unos clics.